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Relación o Costumbre

Desde muy pequeños se nos han enseñado a realizar con frecuencia ciertas actividades, porque  nos benefician, edifican y ayudan a ser mejores personas, estas actividades se conocen como costumbres.

Algunas costumbres buenas son: asearse cada día, leer la Biblia, orar, aprender nuevas palabras, autoevaluarnos al final del día, practicar algún ejercicio físico, estudiar, trabajar, colaborar con los quehaceres del hogar, entre otras.


De la misma forma que existen costumbres buenas, también las hay malas, por ejemplo: hablar mal de las personas, tomar lo ajeno, no querer aprender, resistirse al consejo, no buscar de Dios, ser vago, evitar las responsabilidades, etc.  Al igual que las costumbres, también las relaciones pueden ser buenas o malas, solo que estas en ambos casos tienen un significado, propósito y beneficio, sin importar que sean buenas o malas.

Un ejemplo de buenas relaciones es:
• El Padre, Hijo y Espíritu Santo
• Jesús y Nosotros
• Uno y otros

Un ejemplo de malas relaciones es:
• Dios y Satanás
• El cristiano y el impío
• Los inconversos


Ciertamente la costumbre y la relación buena parecen ser útiles para las personas, sin embargo, la costumbre nos lleva a realizar de forma mecánica (sin propósito, significado y beneficio) muchas cosas, lo cual estanca el disfrute y perfeccionamiento de lo que hacemos.

Con la relación no sucede lo mismo, ya que, esta última tiene propósitos claro, lo que da un significado especial para los involucrados, pudiendo de este modo obtener los resultados esperados, estos son los beneficios.

Para ilustrar la cotidianidad de esta situación se realizó un drama en el que se reproducía una conversación entre tres creyentes, las cuales al reunirse en un salón de belleza intercambiaban opiniones sobre la felicidad en el matrimonio. Cada una de las actrices tenía un papel específico, es decir, había una acostumbrada (Cesarina) otra enamorada (Niurka), la confundida (Yajaira) por que el amor que le une a su pareja se ha disminuido de forma inexplicable y la estilista (Cecilia) que amparada en la Biblia apoyaba la posición de seguir enamorados como el primer día.


Después de unos minutos de espera Yajaira llega con un ánimo caído, lo cual es percibido por Cesarina y Niurka, las que inmediatamente le preguntan: ¿Qué te pasa? Seguido a dicha pregunta se desarrolla un diálogo entre las tres hermanas en Cristo, motivado por la curiosidad de Yajaira en saber si su situación como casada es normal o si su relación matrimonial está cayendo en una costumbre. Cesarina mediatamente reclama la palabra, porque según ella posee más experiencia para orientar a Yajaira.

El planteamiento y recomendación de Cesarina ante la situación es !Acostumbrate!, eso le sucede a todas, eso es normal, sin embargo, Niurka asegura que su experiencia es otra, pues hasta el día de hoy ella ama a su pareja con la misma intensidad del noviazgo, y explica que la clave es Cristo, quien merece la excelencia en todo lo que hacemos, esto incluye el matrimonio.

Después de intercambiar pareceres sobre el tema, Niurka motiva a Cesarina y Yajaira a buscar ayuda con los Pastores, o el Ministerio de Pareja de la Iglesia, ya que, estos tienen el conocimiento Bíblico necesario para ayudarlas a convertir su costumbre, en una relación de amor. El drama concluye con la motivación de Cesarina y Yajaira en aceptar el consejo de Niurka y buscar ayuda para cuidar sus matrimonios.

Preocupados por esta realidad, el Ministerio de Parejas MICAVI, realizó una investigación seis días antes del evento con el propósito de identificar qué cantidad de parejas en la Iglesia local, estaban unidas por amor o por costumbre.  Para la recolección de los datos, se utilizó una pequeña ficha compuesta por dos preguntas: 1.- ¿Qué te une a tu pareja, la costumbre o el amor? Y 2.- ¿Explique, el por qué de su respuesta?


Las fichas utilizadas eran anónimas, no contenía dato alguno que pudiera identificar la persona que la lleno, solo se colocó un número para identificar cual era la ficha del esposo y la esposa.  Al tabular la información obtuvimos los siguientes resultados:

El gráfico anterior indica que de un total de 18 hombres y 25 mujeres, el 68% de las mujeres coincidió estar con su pareja por la costumbre, opinión que comparte el 50% de los hombres.  En cuanto a la relación (amor) el 50% de los hombres encuestados dicen que ellos están con su pareja por relación y solo un 32% de las mujeres estuvieron de acuerdo en este aspecto.

Estos valores muestran que la costumbre ha invadido un número significativo de parejas, por lo cual esperamos que Dios a través de su Palabra cambie favorablemente estos resultados.

Dispuestos a recibir el trato de Dios, las parejas (novios y/o matrimonios) de la Iglesia Cristiana Camino de Victoria, se reunieron el 17 de Septiembre con el propósito de transformar la costumbre en una relación llena de amor.

La disertación del tema, estuvo bajo la responsabilidad del Hno. Giovanny Cruz, Coordinador del Ministerio de Parejas MICAVI.

Entrando en materia, es importante ver las diferencias entre ambos términos, pues de ello dependerá que distingamos los mismos apropiadamente y nos demos cuentas, si tenemos una relación o una costumbre.



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¡VEN LA DIFERENCIA!
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El hábito es el resultado de realizar una misma tarea de forma metódica, en la cual no se toman en cuenta el propósito de la misma, por lo que pierde su significado y no son percibidos completamente los beneficios.

El trato, demanda el uso de los sentidos, necesarios para perfeccionar cada vez más la interacción del individuo con la persona o el objeto, haciendo diferente cada experiencia.

Ciertamente, hemos visto que la costumbre y la relación son diferentes, cuando hablamos del matrimonio, sin embargo, existe un elemento que puede convertir la costumbre en una relación y si esta faltara, entonces la relación se convierte en costumbre. Ese elemento es el AMOR.





LA ESENCIA DE LA RELACIÓN ES EL AMOR


Cuando estamos enamorados todos los actos realizados por el ser querido, tienen propósito, significado y beneficio, sin embargo, cuando estamos acostumbrados los aspectos anteriores no son percibidos o quedan ausentes.

Cuando hablamos de amor, hablados de Dios, porque Dios es amor. Busquemos en nuestras biblia a 1 Juan 4:7-16 y compruebe si las ideas entre paréntesis expresan apropiadamente la cita bíblica que le antecede.

7Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. (El amor es un indicador de que hemos nacido de Dios y le conocemos)

9En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. (El amor se demuestra con hechos, no solo con palabras).

10En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. (El amor no busca lo suyo, se da por el otro).

11Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. (La única condición para amar es que Dios nos ame, esa condición ya se ha dado, no hay escusas).

12Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. (El amor atrae la atención de Dios a nuestra relación).

13En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. 14Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. 15Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. 16Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. (El que permanece en amor, permanece en Dios).

No cabe duda de que la evidencia más clara de que somos hijos de Dios, es que amamos. Esta información alienta a quienes hemos decidido entregar nuestra vida a Cristo, para que nos enseñe, corrija e instruya.  Amigo/a si estás leyendo este material, es bueno que sepas que la clave para una relación saludable entre Dios y los hombres es Cristo, y solo poniendo por obra su palabra (Biblia) podrás disponer constantemente de la fuente necesaria para amar, aún a nuestras parejas.

¿POR QUÉ LA COSTUMBRE ES DAÑINA?

Existen muchas razones negativas por lo que hacer de la costumbre un vínculo para estar con nuestra pareja no es provechoso. A pesar de que podríamos enumerar muchas razones, solo consideraremos las tres más importantes:

1.- QUITA EL PROPÓSITO                                             
La costumbre destruye el propósito.

El primer peligro de la costumbre está en realizar una actividad tantas veces, que se deje de apreciar su propósito. Observe este ejemplo:

“El cristiano ora, el religioso reza”

Nótese que una misma acción, con los mismos personajes, solo es distinta cuando tiene significado, lo cual no sucede con la costumbre.

2.- CARECE DE SIGNIFICADO                                 
No siempre involucra los sentidos.

La carencia de significado es el segundo peligro de la costumbre. Muchas veces hacemos cosas, supuestamente porque entendemos que tienen un significado para nosotros o para quien lo hacemos, sin embargo no usamos los sentidos para determinar si esto que hacemos ha tenido los resultados que esperamos. Observe este ejemplo:

“Estar en un mismo sitio, no garantiza que estemos juntos”

El propósito no es visitar diferentes lugares, entretenernos o gastar tiempo y dinero, el propósito es agregar experiencias enriquecedoras, conocernos más, valorar lo que Dios nos ha dado y ayudarnos.

3.- DIFICULTA EL DISFRUTE DE LOS BENEFICIOS                  
Llamamos beneficios a los resultados positivos de una acción.

El tercer mal que afecta a la pareja y por tanto a la familia, cuando convierte su relación en una costumbre es la pérdida de beneficio.

Cuando realizamos una actividad metódicamente, no obtenemos los beneficios apropiados, pues la falta de propósito y significado nos perjudica en vez de beneficiarnos. Observe este ejemplo:

“Un beneficio que requiera de un perjuicio no es positivo”

No cabe duda de que los daños que provoca la costumbre en la relación de pareja, no solo afecta el matrimonio, también acaba con la familia.

Es tiempo de que esto cambie, no nos engañemos, es imposible edificar un futuro para nuestra familia, sobre la ruina del presente.

Si deseamos disfrutar de una relación con nuestra pareja y demás miembros de la familia, debemos autoevaluarnos, ver el propósito, significado y beneficio de las cosas que hacemos. Sólo de esta manera podremos darnos cuenta si las cosas que hemos hecho por tantos años, debemos continuar haciéndolas o sentarnos a replantear nuestra manera de vivir como pareja y familia.

QUE HACER PARA TRANSFORMAR LA COSTUMBRE EN RELACIÓN

A pesar de que se ha escrito mucho sobre este tema, hemos decidido hacer uso de la literatura más confiable y veraz con la que cuenta la humanidad, nos referimos a la Biblia.  Observe como en ella se encuentra la sabiduría para lograr esto.

1.- LA COMUNICACIÓN EMPIEZA CON EL OÍDO Y TERMINA CON LA LENGUA

La comunicación, es el denominador común en la consejería matrimonial y familiar, e increíblemente la responsable de grandes dificultades entre la familia. Sólo la palabra de Dios (La Biblia), resuelve este problema. Considere las siguientes citas:

Santiago 1:19-20
19Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 20porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 

Todo hombre (varón y hembra) debe estar presto a escuchar antes de hablar, lo que lamentablemente se ve estropeado por nuestra supuesta sabiduría, la cual nos indica que con escuchar durante algunos segundos, podremos saber a cabalidad lo que nos quieren comunicar. 

El versículo 19 de Santiago resuelve magistralmente este asunto: sea pronto para oír, significa, tenga la disposición de oír, no importa cuál sea la situación, antes de realizar algún juicio de valor. Cuando oímos, podemos hablar con propiedad, lo que nos evitaría malos entendidos.

Un mal entendido, es el resultado de una idea mal transmitida o MAL RECIBIDA, esto suele provocar a ira a muchas parejas, por entender que la idea transmitida perjudica sus intereses. Cuando, el mal entendido se traslada en el tiempo, la ira es mayor lo que impide que podamos obrar conforme a la palabra de Dios, lo cual es verdaderamente dañino.

Efesios 4:29
9Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.

Considerando que ya hemos aprendido a oír, esto es, ser paciente hasta que nos comuniquen correctamente toda la idea, entonces tenemos la oportunidad de hablar, esta es la segunda parte de la comunicación, donde el emisor pasa a ser receptor y el receptor pasa a ser emisor, si esto funciona apropiadamente hay garantía de comunicación, de lo contrario NO.

Efesios 4:29 nos motiva a cuidar nuestro lenguaje y el propósito de nuestras palabras al hablar, todo esto con el objetivo de edificar a quien nos oye directa e indirectamente. Cuando nuestra conversación es edificante, tendremos un receptor atento. 

Para hacer nuestra conversación edificante, necesitamos la sabiduría de Dios, contenida en las Sagradas Escrituras, pues la sabiduría de los hombres según Santiago 3:15 es terrenal, animal y diabólica.

2.- HAGAMOS TODO CON AMOR. 

Recuerden que el elemento que convierte la costumbre en relación, es el amor. La Biblia nos muestra las verdaderas características del amor.

1 Corintios 13: 4-8
4El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.

7Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

8El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

Las costumbres nos llenan de hábitos negativos, como la envidia, el egocentrismo, la avaricia, la ira, el rencor y hasta la mentira, todos estos hábitos deben ser eliminados de nuestras vidas, pues no conviven con el amor. Cuando hacemos lo contrario a lo dicho en el versículo 6 del capítulo 13 de 1 de Corintios, maltratamos nuestra relación, lo cual nos llena de sufrimiento, sin embargo, el amor siempre está dispuesto a CREER que es POSIBLE cambiar, aunque esto requiera SOPORTAR a nuestra pareja el tiempo necesario para que Dios nos cambie. 

3.- TRATEMOS A LOS DEMÁS, COMO DESEAMOS SER TRATADOS. 

Es muy fácil identificar el mal trato que nos dan cuando somos los perjudicados, pero no siempre nos damos cuenta de que nosotros también dañamos a otros con nuestras malas costumbres.

Mateo 7:12
12Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.

Tratemos a los demás como deseamos ser tratados, es el tercer paso para dejar atrás la costumbre y empezar a tener una relación.

Tome una hoja y haga una lista de las cosas que usted suele hacerle a su pareja y pídale a ella que le haga a usted esas cosas por lo menos una vez durante siete días para que vea si son agradables, de esta forma se dará cuenta si debe reforzarlas o simplemente cambiarlas.

4.- NO HAGAMOS NADA SIN ANTES VER EL RESULTADO. 

Gálatas 6:7-8
7No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 8Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

El cuarto paso para dejar atrás la costumbre y empezar una relación, es evaluar el resultado de nuestras acciones, pues si trabajamos para vivir acorde al sistema de este mundo, nunca tendremos buenos resultados; y menos una relación, sin embargo, si nos esforzamos en trabajar para lo espiritual, tendremos resultados positivos en esta vida y en la venidera.

RECOMENDACIONES FINALES

Por último deseamos que tengas pendientes las siguientes recomendaciones: 

1.- Evita las costumbres que no les gustan a tu pareja.
     Recuerda el amor no hace nada indebido.

2.- Cuando ames no busques lo propio, piensa en tu cónyuge.
     Recuerda el amor no busca lo suyo.

3.- Cuando las cosas no salen como deseas no te irrites.
     Recuerda el amor no se irrita.

4.- Cuando tu pareja te pida perdón, no se lo niegues.
      Recuerda el amor no guarda rencor.

5.- Cuando discutan un asunto, se justo, no importa que eso te perjudique.
     Recuerda el amor no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad.

NO OLVIDES QUE POR GRANDE QUE SEA EL SUFRIMIENTO QUE HAYAS TENIDO QUE SOPORTAR, EL AMOR SIEMPRE CREE Y ESPERA QUE LA PAREJA DISFRUTE A PLENITUD DE SU PRESENCIA.

Finalmente, observamos un pequeño video en el que se muestra una historia de amor, donde la relación de los personajes refleja con claridad la importancia de amarnos, sin importar las circunstancias, pues solo de esa forma podemos llegar hasta el final, agradando a Dios y a nuestra pareja. Observa el video con detenimiento y presta atención a las letras de la canción.



Aunque los personajes en este video son ficticios, los hechos que estos realizan son reales, quizás tú mismo te identificas con alguna escena… ¿cuándo fue la última vez que estuviste a solas con tu pareja, hicieron algo juntos, soñaron, en fin disfrutaron a intensidad su relación?. 

Aunque has invertido tiempo viendo esta historia, quiero que sepas que la tuya puede ser más intensa, Dios es la clave, no entregues tu matrimonio a la costumbre, lucha para disfrutar de una relación de amor, inolvidable.

 Así que, no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto,
lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Mateo 19:6




Aquella noche todos nos comprometimos con Dios y nuestra pareja a trabajar nuestro matrimonio, conforme al modelo contenido en la Biblia, amando el hombre a su esposa como Cristo a la Iglesia y nuestras esposas cumpliendo su rol como ayuda idónea.